“Una historia en parte de vida, en parte sobre revolución y mucho sobre esperanza para adultos y otros (incluyendo orugas que puedan leer)”
Creo que a veces no hay mejor lectura que aquella que aparenta ser la más sencilla, como un cuento.
Hacía mucho que me había topado con Hope For The Flowers en un post del sitio youmeandcharlie, pero por alguna razón lo había dejado pasar, olvidando por completo su existencia.
Supongo que fue la casualidad la responsable de haberme topado con él nuevamente hace unos días, mientras estaba en cama buscando por la web algo con que entretenerme. Por varios segundos estuve en estado de duda al ver el título, como cuando reconoces algo y a la vez no. Pero cuando por fin pude recordarlo ya iba a la mitad del libro.
Hope For The Flowers sin duda levanta los ánimos del espíritu –cumpliendo así el propósito de la autora Trina Paulus-, y es tan poderoso como la compañía en tiempos difíciles. Sin duda, el sustituto del silencio si no se sabe que consejo dar ante la incertidumbre del transcurso de la vida misma.
La historia narra la vida de Stripe, desde su nacimiento como otra oruga más en el vasto mundo, haciendo un paralelo alegórico sobre la monotonía en la que el hombre se encuentra al ser consciente del ritmo que lleva día a día. Y tal como dice Stripe, debe haber mucho más en la vida que sólo comer hojas y engordar.
La auto-revelación es el aporte que tiene Hope For The Flowers al narrar los altibajos de la experiencia con la humildad, inocencia e ignorancia de un par de orugas; desde el amor, la desilusión, muerte, ansiedad, hasta la propia reencarnación… Trina toca delicadamente las etapas que en el corazón podemos sentir al vernos perdidos entre nuestras metas y temores. Y sobre todo, cómo se es posible encontrarse con un mejor yo si uno se dispone a aprender y a no olvidar. Todo tras la belleza de un cuento ilustrado que no toma más de una hora devorar.
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