¿Alguna vez te has preguntado por qué pasas todo el día preocupado por algunas cosas? Seguro te han dicho que debes estar más tranquilo, disfrutar de la vida y no preocuparte de más. Incluso, quizá te han sugerido que tienes un problema de ansiedad y deberías intentar tratarlo con un psicólogo.
Relajarse, disfrutar y ocuparse de las cosas a su debido tiempo es sin dudas un hábito saludable. Ahora bien, estar preocupado y ansioso también puede ser un signo de mayor inteligencia. Una reciente investigación, misma que será publicada en la revista Science Direct el próximo mes de febrero, acaba de aportar nuevos elementos para el estudio de la inteligencia humana.
La relación entre ansiedad e inteligencia
El artículo será publicado por los investigadores Alexander Penney, Victoria Miedema y Dwight Mazmanian del Departamento de Psicología de la Universidad de Lakehead en Canadá. Los científicos proporcionan evidencia sobre la relación entre la ansiedad, la preocupación y la inteligencia.
En trabajos previos, ya se había establecido la relación entre ansiedad e inteligencia, sin embargo, los psicólogos de Lakehead han profundizado en el tema con una investigación más amplia y por lo tanto de mayor alcance. A grandes rasgos, la principal conclusión del trabajo es que quienes se preocupan más, son más inteligentes.
La investigación liderada por Alexander Penney, examinó las relaciones entre el Trastorno de Ansiedad Generalizada (GAD por sus siglas en inglés), la depresión, la preocupación, la rumia emocional y el procesamiento emocional posterior al evento; con la inteligencia lingüística y no lingüística, en una muestra de 126 estudiantes.
Los resultados indican que la inteligencia verbal o lingüística está relacionada con el GAD y los síntomas de depresión de forma positiva. Es decir, quienes padecen el Trastorno y muestran algunos signos de depresión, demuestran mayores niveles de inteligencia lingüística.
Asimismo, los científicos descubrieron, además, que la inteligencia verbal es un predictor único de los niveles de preocupación y gravedad de la rumia emocional,es decir, que las personas que demuestran mayores niveles de inteligencia lingüística, seguramente padecen mayores niveles de preocupación y rumia y posiblemente hayan desarrollado trastornos de ansiedad e incluso depresión.
En una investigación realizada por Jeremy Coplan en 2011, se había logrado establecer que un alto grado de preocupación en los pacientes con GAD, estaba relacionado positivamente con el nivel de inteligencia medido por el cociente intelectual. Al mismo tiempo, un bajo nivel de preocupación en personas sin Trastorno de Ansiedad Generalizada también estaba relacionado positivamente con el nivel de inteligencia
En síntesis, ambas investigaciones establecen una fuerte relación entre la inteligencia y la ansiedad. Parece que está suficientemente probado que quienes han podido cultivar mayores habilidades y talentos, también son más vulnerables a padecer trastornos psicológicos.
Ser inteligente, aprender cosas nuevas y saber cada vez más y más es bueno, sin embargo el estrés asociado a ello también es muy peligroso.
|